4 Prejuicios que impiden a las personas tomar terapia

Una de las cosas más beneficiosas que una persona puede hacer para fortalecer su salud mental es ir a terapia. Desafortunadamente, la terapia es un proceso que tiene muchos estereotipos negativos en la sociedad.

A los terapeutas les llaman loqueros, las personas que buscan terapia son etiquetadas como 'locas'; hay mucha condena que conlleva hacer terapia. Si una persona realmente quiere sanar a través de la terapia, es importante dejar de lado estas nociones preconcebidas. La terapia solo puede funcionar cuando las personas la ven como lo que es, en lugar de dejarse llevar por los prejuicios equivocados de algunas personas.  

Redefine tus expectativas:

El autor de salud mental Kelton Wright sugiere que: "Es común sentirse nervioso acerca de la terapia antes de comenzar. El deber de un terapeuta es trabajar a través de ese sentimiento. Cuando tú y tu terapeuta o médico sean una buena pareja, desarrollarás lo que los terapeutas conocen como una relación terapéutica. Es muy importante que te sientas cómodo con tu terapeuta. Cuanto más honesto puedas ser, mejor funcionará la terapia". 

Aquí hay algunos ejemplos de conceptos erróneos que envenenan, innecesariamente, las mentes de las personas contra la terapia:

Las personas que dependen de la terapia son débiles:

Ir a terapia no significa que una persona sea débil. Significa que son conscientes de sí mismos. Significa que entienden que hay algo que está sucediendo inconscientemente que está desencadenando muchos problemas para ellos en el mundo real. 

La terapia consiste en desenterrar el pasado:

Los terapeutas no solo desentierran viejas heridas que parecen no tener sentido. La terapia saca a relucir el pasado porque es importante poner en contexto las experiencias de vida de las personas. Olvidar los errores del pasado, hace que sea mucho más probable que se repitan.

Una o dos sesiones harán magia:

La terapia no es una ventanilla única para la curación. Es un proceso prolongado que implica meditación y reflexión. Esta meditación y reflexión puede tomar meses o años dependiendo de la cantidad de traumas ha pasado una persona, y lo que el trauma le está haciendo en el presente.

La terapia es cara:

Las finanzas son probablemente la mayor razón por la que la gente duda en buscar terapia. Pero, a decir verdad, dejar que los problemas de salud mental no resueltos existan sin tratar también tiene consecuencias financieras. Consecuencias económicas que, a la larga, eclipsan el costo de la terapia. 

Conclusión:

La terapia no debe ser un catalizador de la crítica o la persecución. Debe ser un símbolo de refugio y sanación. Teniendo en cuenta cuántas personas sufren de enfermedades mentales, especialmente de manera inconsciente, ha llegado el momento de que la sociedad deje de demonizar y ridiculizar la terapia. La terapia es la respuesta a muchos de los problemas emocionales que desencadenan problemas cotidianos en nuestras vidas.

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